Cuando queremos estar sanos y prevenir las posibles enfermedades que podemos desarrollar por mantener una alimentación pobre, o desequilibrada, es normal que nos preocupemos por lo que comemos e investiguemos diferentes tipos de dietas. Una de las dietas que nos ayudan a mantener nuestro cuerpo sano y prevenir diferentes enfermedades es la dieta alcalina.
¿En qué consiste la dieta alcalina?
Para comprender el principio de esta dieta hay que entender antes la diferencia entre un alimento alcalino y un alimento ácido.
- Alimento alcalino. Estos alimentos son los que proceden de la naturaleza y no han sido manipulados industrialmente, frutas y verduras . La acidez de los alimentos no tiene nada que ver con este concepto, por ejemplo, un limón es ácido pero cuando ingerimos el zumo de un limón el cuerpo lo digiere y asimila este alimento y el resultado es un nutriente alcalino.
- Alimento ácido. Los alimentos ácidos son las carnes, los alimentos procesados, cocinados, los azúcares y carbohidratos.
La dieta alcalina consiste en el consumo equilibrado de alimentos alcalinos y ácidos, para mantener un pH en la sangre de 7,4. Un pH inferior a 7 es considerado un pH ácido y por encima de 7 es un pH alcalino.
Nuestro organismo está siempre generando desperdicios ácidos que tienen que neutralizarse o ser excretados para que la vida sea posible. Es por esto que necesitamos consumir diariamente alimentos alcalinos que nos ayuden a neutralizar el ácido.
La importancia del pH adecuado en los tejidos del cuerpo
Menos el estómago que debido a sus secreciones digestivas hacen que haya un entorno ácido el resto del cuerpo necesita un pH alcalino para su óptimo funcionamiento. Si esto no es así las enzimas digestivas y metabólicas y órganos trabajarán por debajo de su nivel óptimo y esto se notará en la salud y nivel energético general.
El pH de la sangre debe mantenerse entre 7,35 y 7,45, este rango es muy pequeño y hace que nuestro organismo de prioridad a mantener estos niveles en detrimento de otros sistemas que tienen un rango más amplio, que para mantener estos niveles, sueltan minerales alcalinos para evitar que la sangre se vuelva muy ácida, y pueden llegar a volverse ácidos si esto es necesario.
En concreto la sangre toma los minerales alcalinos del sistema digestivo, por lo que mantener un pH adecuado en sangre está relacionado con una buena digestión.
La importancia de la digestión adecuada
Una buena digestión influye en la manera en que los nutrientes pueden ser asimilados y transportados allí donde hace falta para mantener un buen pH de la sangre, y del cuerpo en general.
Si la digestión no es óptima habrá un déficit de electrolitos como sodio, potasio, magnesio y calcio en nuestro sistema, y este desbalance afecta a la eliminación de desperdicios del organismo.
Con lo que tener una digestión óptima hace que nuestro sistema pueda deshacerse de los desperdicios que va generando y mantener así un equilibrio ácido-alcalino.
El equilibrio de minerales, electrolitos y otros nutrientes esenciales en nuestro organismo hace que las células funcionen correctamente y estén suficientemente oxigenadas, si esto no es así, las células no pueden funcionar adecuadamente y empiezan a morir.
Principios de la dieta alcalina
- La dieta alcalina consiste en el consumo de alimentos principalmente alcalinos, lo ideal es que llegue al 75% y un mínimo de alimentos ácidos, lo ideal es que sólo sea el 25% de lo que ingerimos, hay que tener en cuenta que esto abarca lo que comemos y lo que bebemos.
- Hay que evitar los alimentos procesados, azucarados y carbohidratos, porque son generadores de ácido y además aumentan el nivel de glucosa en sangre rápidamente y esto es perjudicial para la salud también.
- No hay que rechazar por completo los alimentos productores de ácido, ya que el ácido, en su justa medida, también tiene su papel en nuestro metabolismo.
- Muchas enfermedades son el resultado de un esfuerzo del organismo por mantener el equilibrio interno ácido-alcalino. Expertos coinciden en que el cáncer por ejemplo se acelera si se mantiene un nivel ácido en los fluidos, las células cancerígenas viven mejor en un ambiente ácido y con poca oxigenación que las células normales de los tejidos.
- Una dieta vegetariana puede mantener un balance adecuado del pH ácido-alcalino.
Alimentos ácidos
- Arándanos y ciruelas por su contenido en ácido benzoico.
- Frutas inmaduras.
- Harinas blancas.
- Azúcares refinados y sacarina.
- Bebidas carbohidratadas, alcohol, café.
- Alimentos refinados y procesados.
- Vitaminas sintéticas, aditivos químicos, colorantes, conservantes.
- Pescado, carne, huevos, leche y cereales.
Alimentos alcalinos
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Casi todas las frutas y verduras maduras. Hay que tener en cuenta que las que se han cosechado en tierras preparadas comercialmente y desmineralizadas serán menos alcalinas que las que proceden de un cultivo más ecológico.
- Miel
- Semillas y frutos secos
- Germinados
- Algas marinas
- Pasas
- Soja y sus derivados
Síntomas de una dieta muy ácida y pH ácido
Mantener una dieta muy ácida hace que las personas manifiesten un bajo nivel energético general, lentitud en procesos mentales, dolores de cabeza y depresión.
Los síntomas principales son la fatiga y la tensión muscular.
Dolores de espalda y dolores musculares en general son provocados por niveles bajos de calcio. Tensiones musculares de hombros y cuello, artritis y osteoporosis.
Cuanto más ácido sea el sistema de una persona, más irritable puede llegar a ser, ya que se pierden electrolitos de los músculos y del sistema nervioso.
Síntomas de un pH equilibrado
- Buen nivel de energía.
- Sistema nervioso tranquilo y sistema muscular relajado.
- Digestión óptima y motilidad intestinal adecuada.
- Ausencia de resfriados, que indica un sistema inmunológico fuerte.
- Sensación de claridad mental, vitalidad física, mental y plenitud espiritual.
Consejos para alcalinizar nuestro sistema
- Reducir el consumo de carnes y pescado, reducir el consumo de proteínas en general.
- Reducir el consumo de grasas.
- Reducir el consumo de lácteos pasteurizados.
- Cambie el azúcar blanca y la sacarina por azúcar moreno integral o miel.
- Aumente el consumo de frutas frescas maduras y vegetales. Incluidos sus zumos.
- Incluya en su dieta alimentos crudos como germinados, hierbas aromáticas frescas, frutos secos y semillas.